¿Necesita una cámara termográfica con un alto rango de temperatura?
Los bomberos se enfrentan a temperaturas extremas y poca visibilidad en el trabajo. Las cámaras termográficas ven a través del humo, lo que ofrece una conciencia situacional excelente durante una evacuación o al buscar víctimas. Para el uso táctico de cámaras termográficas, los bomberos suelen buscar dispositivos que sean capaces de mostrar rangos de temperatura muy altos, de hasta +1100 °C (+2000 °F), en lo que se denomina un modo de tercera ganancia. No obstante, no es buena idea. De hecho, hay importantes motivos por los cuales algunas cámaras termográficas no tienen un tercer modo de ganancia y solo miden hasta +650 °C (+1202 °F)
Elegir el modelo de cámara termográfica correcto es una compleja tarea de comparación de especificaciones, como la resolución de la imagen, la sensibilidad de la cámara y el rango de temperatura. En pocas palabras, el rango de temperatura indica las temperaturas mínima y máxima que puede medir la cámara. Por ejemplo, las cámaras de la serie K de FLIR miden con precisión temperaturas de -20 a +650 °C (de -4 a +1202 °F). Otras cámaras termográficas miden temperaturas máximas de hasta +1100 °C, tentando a los usuarios con la idea de que "cuánto más, mejor". Aunque estas cifras pueden parecerle atractivas a la persona que va a comprar la unidad, en la tecnología termográfica moderna, la medición de altas temperaturas se realiza a expensas de la calidad de imagen. Y, para un bombero, la calidad de imagen puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.
Qué debería saber sobre los rangos de temperatura alta en las cámaras termográficas
1. Peligrosa pérdida de calidad de imagen
El término "rango de temperatura" es un poco engañoso. Lo más importante para un bombero es el Intervalo de temperatura efectiva (ETR), que mide el rango de temperatura que puede ver una cámara termográfica manteniendo la capacidad de proporcionar información útil para el usuario. En concreto, el calor extremo en el campo de visión tiende a reducir la capacidad de una cámara termográfica de discernir superficies con temperaturas y detalles intermedios. Esta pérdida en la calidad de la imagen y la reducción en el contraste pueden tener graves consecuencias para un bombero, ya que es posible que se pasen por alto elementos con temperaturas más bajas como, por ejemplo, víctimas o vías de escape.
Las cámaras de extinción de incendios suelen tener modos de alta y baja sensibilidad. En ausencia de un incendio, la cámara termográfica funcionará en modo de alta sensibilidad, presentando el entorno térmico con todos sus detalles. En el caso de las cámaras de la serie K de FLIR, el modo de alta sensibilidad mide temperaturas de hasta +150 °C (+302 °F). En caso de incendio, la cámara cambiará al modo de baja sensibilidad, que ofrece una compensación equilibrada y aceptable entre una menor sensibilidad (menos detalles) y la capacidad de supervisar temperaturas superficiales más altas. En las cámaras de la serie K de FLIR, el modo de baja sensibilidad mide temperaturas de hasta +650 °C (+1202 °F). Medir temperaturas aún más altas, superiores a +650 °C (+1202 °F), supondría pasar a un modo de sensibilidad incluso más bajo (un tercer modo de ganancia), donde las temperaturas más altas se pueden medir a expensas de los detalles de la imagen y el contraste, lo que genera una pérdida de calidad de imagen inaceptable. Un tercer modo de ganancia evitaría que los bomberos pudiesen ver víctimas, compañeros o vías de escape, lo que supone un grave problema de seguridad e ineficacia en tareas de rescate.
2. El mito de la predicción de igniciones repentinas
Hay quien piensa que las cámaras termográficas pueden predecir igniciones repentinas. Sin embargo, esto no es cierto. Las igniciones repentinas se producen cuando la temperatura del aire es superior a +500 °C (+932 °F). Sin embargo, no será posible predecir la ignición ni siquiera utilizando una cámara termográfica que mida un rango de temperatura superior a +500 °C (+932 °F), ya que la cámara termográfica detecta las diferencias en la temperatura de la superficie, no en la del aire. No hay una respuesta clara sobre por qué se producen las igniciones repentinas. Estas igniciones son difícilmente predecibles e incluso pueden no producirse en situaciones en las que se dan todas las condiciones para ello. Una cámara termográfica podría ser útil para identificar las condiciones previas a una ignición repentina mediante la interpretación razonada de una imagen. Sin embargo, por el momento, la única forma de estar preparados para una ignición inminente es mediante la formación exhaustiva de la actuación de los bomberos y una observación rigurosa del entorno.
3. ¿Se pueden predecir estructuras de acero que están a punto de derretirse?
En ocasiones, se cree que las cámaras termográficas pueden predecir cuándo comenzará a derretirse y doblarse el acero. Esto podría ser especialmente útil en escenarios de extinción de incendios en edificios industriales con estructura de acero. Sin embargo, sería muy complicado incluso con cámaras termográficas que pueden medir hasta +1100°C (+2000 °F), debido a que el punto de fusión del acero es en realidad mucho más alto (alrededor de +1400 °C [+2500 °F]).
¿Resistirá mi cámara termográfica de FLIR temperaturas más altas?
Las cámaras de la serie K de FLIR no muestran diferencias de temperatura superiores a +650 °C (+1202 °F). En cambio, utilizan coloración roja para advertir al bombero sobre la presencia de un peligro. En este caso, la cámara termográfica de FLIR simplemente mostrará en pantalla "> 650 °C" (> 1202 °F) y continuará en el modo de baja sensibilidad equilibrado, sin sacrificar los detalles de la imagen. Las cámaras termográficas de la serie K se han diseñado para resistir las condiciones más duras durante la extinción de incendios. Soportan una caída de 2 metros sobre hormigón, son resistentes al agua (IP67) y funcionan a pleno rendimiento en temperaturas de hasta +260 °C/+500 °F (durante un máximo de cinco minutos). La K65 cumple con la norma NFPA 1801:2013 para cámaras termográficas específicas para la detección de incendios.
¿Cuándo tiene sentido poder medir un alto rango de temperatura?
A diferencia de las cámaras termográficas destinadas a la extinción de incendios, existen numerosas aplicaciones en las que tiene sentido poder leer un alto rango de temperatura. En un entorno industrial y de fabricación, se utilizan cámaras termográficas de FLIR para ver a través de llamas y controlar la calidad refractaria de las instalaciones de calderas y hornos. Cámaras como la T640 de FLIR, por ejemplo, pueden leer temperaturas de -40 a +2000 °C (de -40 a +3632 °F) con una precisión de tan solo ±2 %. En algunos entornos de investigación y desarrollo como, por ejemplo, la microelectrónica, la automoción, los plásticos y las pruebas mecánicas, es importante conocer el rendimiento a altas temperaturas. FLIR ofrece una amplia gama de cámaras de I+D que pueden distinguir cambios de temperatura tan sutiles como 0,02 °C en un rango de temperatura de -80 a +3000 °C (de -112 a +5432 °F).