La termografía mantiene a raya a las ardillas rojas

Gracias al arduo trabajo de los conservacionistas de la ardilla roja en el norte de Inglaterra, finalmente se ha producido un aumento de la población de este amado mamífero después de varios años de disminución. Por primera vez desde que comenzó la vigilancia, un estudio confirmó que el número de ardillas rojas en 294 zonas boscosas de la región aumentó en un 5 % durante el otoño de 2013 en comparación con la primavera anterior. Es un aumento pequeño pero significativo, ya que confirma que los métodos de los conservacionistas están resultando efectivos y una herramienta de detección que ahora es de vital importancia para su trabajo es la termografía de FLIR.

Procedente de Estados Unidos

Un banquero victoriano llamado Thomas Brocklehurst tiene mucho que ver con este problema.  Trajo un par de ardillas grises con él desde un viaje de negocios a Estados Unidos a su casa en Cheshire.  Y el resto, como se dice, es historia.  De ese pareja original, se estableció una población que creció a pasos agigantados, en detrimento de las ardillas rojas nativas.  
En la actualidad, el número de ardillas grises se estima en aproximadamente de 5 millones, mientras que las rojas se han reducido hasta quedar menos de 150,000.  Se estima que hay ocho ardillas grises por cada ardilla roja por hectárea de tierra.  
Las ardillas rojas fueron marginadas.  La población de ardillas grises ha empujado efectivamente a la población roja hacia el norte.  Alrededor del 75 % de las ardillas se encuentran en Escocia y el 25 % restante se encuentran en Cumbria y Northumberland.  Sin la ayuda de los conservacionistas, las ardillas rojas están claramente en peligro de extinción y la única forma de garantizar que continúen prosperando en su hábitat natural es eliminar la especie «invasora».

Ayuda termográfica

«Nuestras cámaras FLIR Scout son una herramienta fantástica para rastrear a las ardillas grises", explicó Jerry Moss, uno de los tres guardabosques del Grupo de ardillas rojas de Penrith y distrito, cuyo trabajo se centra en el bosque Whinfell en Cumbria; Jerry es también administrador de la organización benéfica. «Podemos ver a los animales desde la distancia y, por lo tanto, podemos dispararles con una pistola de aire de forma rápida y limpia».

 

Contrariamente a la creencia común, las ardillas grises no matan físicamente a las rojos, pero son portadoras del virus de la viruela de la ardilla.  Se desarrolla de forma similar a la mixomatosis en conejos y, aunque las ardillas grises son inmunes al virus en sí, sigue siendo mortal para las rojas.  Las grises también son una especie más robusta y tienen una dieta mucho más amplia que las rojas.  Estos factores combinados significan que la única forma de preservar las ardillas rojas de manera efectiva es erradicar las ardillas grises, las cuales están clasificadas como alimañas en el Reino Unido.
Antes de invertir en las cámaras FLIR Scout, el Grupo de ardillas rojas de Penrith y distrito y sus grupos asociados de conservación dependían de la vista y el instinto de los guardabosques para rastrear a las grises; algo que no es una tarea fácil en la cubierta forestal o en el suelo.  Además, este trabajo debe realizarse durante las horas del día, puesto que todas las ardillas son diurnas.

Pruebe y después compre

«Leímos sobre la termografía en los medios y en varios foros de caza y parecía ser el método de detección ideal», continuó Jerry Moss. «FLIR nos permitió probar una antes de comprarla.  Obviamente, como organización benéfica, tenemos que minimizar nuestros costes ya que solo nos financiamos mediante patrocinios y donaciones.  El dispositivo FLIR Scout no era el más barato pero, sin embargo, tenía características importantes que lo convertían en la mejor opción para nuestras necesidades».
La primera compra del Grupo fue un dispositivo FLIR Scout PS-24, que tiene una resolución de imagen de 240 x 180 píxeles que proporciona una imagen nítida y clara sin necesidad de ajustes.   Ahora todos los grupos dedicados a la vigilancia de las ardillas rojas en el área tienen un recurso colectivo de siete cámaras monoculares FLIR Scout PS-24 y un dispositivo Scout PS-32 que produce imágenes termográficas de 320 x 240 píxeles, lo que hace que sea ideal para observar la vida silvestre sobre distancias más largas.  

Salvo el primero de estos modelos de FLIR, el resto los adquirimos en PASS Limited en Stockton on Tees, un proveedor líder de equipos eléctricos de prueba y cursos de formación sobre electricidad. Ambos modelos están sellados con IP67 para su uso en exteriores y se suministran con baterías recargables de iones de litio que proporcionan hasta 
5 horas de funcionamiento continuo. Se accionan mediante cuatro botones en la parte superior de la unidad, y también cuentan con una luz LED de tarea incorporada.

Característica única

Además del diseño compacto de la serie Scout, Jerry Moss también mencionó la característica InstAlert™ única de estas cámaras como motivo decisivo a la hora de realizar la compra.   Esta función colorea las partes más calientes de la termografía en rojo, por lo que es muy fácil identificar a un animal en la escena general.
Jerry Moss explicó: «La función InstAlert™ atrae tu atención hacia el objetivo, sin que tengas que pensalo.  Al detenerte y escanear, cualquier fuente de calor presente en el campo de visión pasa a ser visible inmediatamente.  ¡Tengo que reconocer que ahora me siento desnudo sin mi cámara FLIR!».
Su compañero, Christian Bensaid, que acaba de completar su primer año como guardabosques vigilando la ardilla roja de Ullswater, está igualmente encantado: «La FLIR Scout me ha servido de gran ayuda personalmente y ha cambiado los resultados.  El terreno arbolado en las pendientes de Ullswater no es el más fácil para acechar o vigilar.  Tienes que observar con cuidado dónde colocas cada pie al caminar fuera de los caminos trillados, ¡y además trabajamos con todo tipo de condiciones climatológicas!

La cámara FLIR Scout hace que sea una tarea mucho más fácil, ya que permite observar el bosque más alejado, detectando incluso la fuente de calor más pequeña, bien sea un trepador, una liebre, una ardilla roja o una ardilla gris», añadió.

Recuperación de la población

Cuando comenzó a trabajar en Ullswater, estaba claro que las ardillas grises no autóctonas se habían infiltrado en el valle y, todavía más preocupante, es que ya era raro ver alguna roja.  Sin embargo, gracias a los esfuerzos de todos los involucrados, esta situación está cambiando en estos momentos y ya se vuelven a ver ardillas rojas.  Aún así, todavía queda mucho trabajo por hacer para proteger a las ardillas rojas que han logrado mantenerse en su territorio. Tal es la importancia de la termografía en la lucha para salvar a la ardilla roja que los grupos de conservación combinados han creado una guía escrita sobre la utilización de esta tecnología para el seguimiento de la vida silvestre.
 
«Sin duda alguna, nuestras cámaras FLIR Scout han mejorado drásticamente nuestra capacidad de buscar y eliminar las ardillas grises.  No seríamos tan eficaces sin ellas», concluyó Jerry Moss.