Cómo detectar una fuga de agua con termografía

Las fugas de agua y la infiltración de humedad pueden causar daños graves en una casa o edificio, y pueden ser difíciles de detectar hasta que ya es demasiado tarde. Utilizando una cámara termográfica y en las circunstancias adecuadas, es posible encontrar problemas ocultos de agua y humedad sin recurrir a pruebas destructivas.

Hay muchas fuentes de humedad en los edificios, como la humedad (durante cualquier estación), la condensación, las fugas de las tuberías, la lluvia y la nieve, e incluso la respiración de personas y animales. Por lo general, un nivel bajo de humedad no supone ningún problema, pero las fugas o la condensación intensa pueden causar problemas graves. Una cámara termográfica no puede “ver” la humedad en las paredes, pero puede detectar sutiles diferencias de temperatura y patrones que revelan la existencia de agua.

Patrones de humedad

La humedad en los edificios suele extenderse en un patrón reconocible dependiendo de dónde se encuentre el agua:

Paredes: forma triangular descendente que se forma cuando el agua se propaga hacia abajo.

Techo: forma amorfa y no estructurada con áreas de material húmedo y mojado que se extiende hacia el exterior con diferentes temperaturas

Inundación: el agua sube por la pared hasta el aislamiento y los montantes

Tubo de agua caliente: las fugas se muestran como un área caliente

La humedad es uno de los problemas más difíciles de detectar en un edificio: las señales son sutiles y fáciles de pasar por alto hasta que el agua comienza a gotear del techo. La formación en termografía puede ayudar a identificarla, así como a conseguir la cámara adecuada para el trabajo.

¿Cuál es la mejor cámara térmica para la detección de humedad?

La humedad tiende a causar solo diferenciales de calor sutiles. Una cámara térmica capaz de detectar humedad necesita tener una alta resolución y una gran sensibilidad térmica (NETD), lo que significa que se mostrarán pequeñas diferencias de temperatura. En el caso de la sensibilidad térmica, cuanto menor sea, mejor, por lo que una cámara con una sensibilidad de 30 mK es excelente para aplicaciones de humedad, mientras que una cámara con una sensibilidad de 100 mK es más adecuada para aplicaciones industriales y para detectar grandes diferencias de temperatura.

Además, es mejor utilizar una cámara que le permita ajustar manualmente el nivel y el alcance de la imagen térmica. Los problemas de humedad aparecen mejor cuando la imagen se ajusta a un intervalo de aproximadamente 10 o 20 °C, lo que ayuda a destacar incluso diferencias de temperatura mínimas.

Las cámaras térmicas de gran calidad para este fin incluyen la FLIR E6 para aplicaciones básicas y la FLIR E8 y la FLIR E95 para opciones de mayor resolución.

No se olvide de los medidores de humedad

Las cámaras térmicas pueden ayudar a localizar agua y aproximarse a la extensión de la humedad, pero identificar un patrón que parezca humedad no garantiza la presencia de agua. Además de la humedad en las paredes, hay muchas otras razones por las que puede haber una diferencia de temperatura. Para comprobar lo que está viendo, siempre debe utilizar un medidor de humedad para confirmar lo que ha detectado la cámara térmica.

Los medidores de humedad de FLIR y Extech ofrecen múltiples opciones de detección para cada aplicación, y los medidores como el FLIR MR176 incluso combinan capacidades de termografía y medición de humedad para localizar y comprobar la humedad.

Cuando realice una inspección del edificio en busca de fugas de agua, tómese su tiempo. El agua se detecta con una cámara termográfica debido a las diferencias de temperatura causadas por la evaporación, la capacitancia o la conducción, y estos procesos pueden verse afectados por las condiciones meteorológicas o la humedad interior. Para obtener una comprensión completa de cómo las cámaras termográficas pueden detectar la humedad, considere la posibilidad de realizar un curso de termografía a través del Centro de formación en infrarrojos.

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