Niño de 6 años rescatado gracias a un operador de drones térmicos
El 15 de octubre de 2019, Ethan Haus, de 6 años, salía corriendo del colegio para jugar con su perro y desapareció durante 10 horas en los bosques del centro de Minnesota. Más de 700 voluntarios locales salieron para ayudar en la búsqueda del niño, entre ellos se encontraba el piloto, fotógrafo y operador de drones térmicos Steve Fines.
Cuando Fines entró en Twitter esa misma tarde, vio que el departamento del Sheriff del condado de Sherburne había enviado un mensaje comunicando que había desaparecido un niño. «Estaban pidiendo voluntarios para salir en su búsqueda. Yo vivo a unos 24 kilómetros de la zona y, como tenía un dron con cámara termográfica, sabía que era la mejor herramienta para esa tarea», comenta Fines. «Así que lo empaqueté todo y salí».
Se presentaron cientos de personas para buscar al niño perdido de 6 años junto a los equipos de intervención.
Se hizo de noche y la temperatura había caído a –1 grado mientras Ethan y su perro, Remington, seguían perdidos. Fines, operador certificado de drones y cámaras termográficas, llegó al centro de mando del equipo de búsqueda con un dron equipado con una cámara Zenmuse XT2 con termografía de FLIR.
Sin embargo, en un primer momento rechazaron su ayuda porque ya había un helicóptero estatal de patrulla equipado con una cámara térmica sobrevolando la zona, por lo que los buscadores pensaron que no era necesario mandar otro dron. Pero Fines se quedó por si podía ser de ayuda, lo que resultó ser la decisión correcta cuando, más tarde, el helicóptero canceló sin suerte la búsqueda del niño.
Termografía tomada en plena oscuridad de cientos de personas preparándose para salir a caminar siguiendo un patrón de búsqueda.
A eso de las 22:00 h, a Fines le permitieron volar su dron para buscar a los desaparecidos. La primera pista importante fue descubierta sobre la 1:30 de la madrugada, cuando los voluntarios sobre el terrero descubrieron la huella de un niño en un maizal cercano al lugar donde estaba Fines. Gracias a esta pista, Fines pudo estrechar la búsqueda al maizal y enseguida vio lo que parecía ser la forma de un perro en su cámara termográfica. Fines dirigió a los equipos que estaban sobre el terreno a la zona iluminando el dron, esperando que fuera Remington, el perro perdido.
Felizmente, las forma que había visto eran las del perro y el niño perdidos, que fueron descubiertos rápidamente por los rescatadores. Ethan estaba congelado, pero no presentaba daños.
Esta afortunada resolución fue posible, en parte, gracias a que Fines cuenta con una de las pocas exenciones otorgadas por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) que le permite volar un dron por la noche. Los reglamentos actuales de la FAA requieren que los pilotos de drones soliciten una exención explicando cómo reducirán los riesgos que experimentan los pilotos de aviones tripulados por la noche. Sin embargo, muchos de estos riesgos no se aplican a los pilotos de drones. «Con suerte», dice Fines, «las normas cambiarán en los próximos años y se implantarán más exenciones para el vuelo nocturno de drones».
St. Cloud, Minnesota, por la noche.
Antes de encontrar a Ethan Haus, Fines había sido contratado por granjeros para localizar vacas desaparecidas, pero nunca había ayudado en tareas policiales de búsqueda y rescate. Su empresa de generación de imágenes mediante drones, Fines Imaging, se dedica principalmente a la fotografía profesional, grabaciones de vídeo y aplicaciones de mapeo industrial. La termografía se convirtió por casualidad en parte de su negocio:
«Me contrataron para hacer un vídeo promocional para una universidad, y esa universidad tenía un pequeño campo solar de un megavatio», explica. «Cuando fui, el principal promotor del campo solar también estaba allí». El promotor del campo solar había oído hablar del uso de drones equipados con cámaras termográficas para inspeccionar granjas solares y le preguntó a Fines si podía hacerlo. «Cuando tienes un negocio pequeño, si la gente te pregunta si puedes hacer algo, dices que sí y luego ya pensarás cómo».
«Compré una cámara termográfica y pensé en cómo hacerlo. Ese campo me llevó a tener contratos por cientos de campos más, por lo que se convirtió en una parte importante de mi negocio. Fue una conversación fortuita con una persona que me preguntó si podría hacerlo, así empezó todo».
Steve Fines manejando un dron.
Después de este encuentro fortuito, Fines continuó estudiando las termografías y recibió un Certificado de termografía de nivel 1 del Centro de formación de infrarrojos. Ahora vuela frecuentemente para realizar inspecciones en campos solares, así como de tejados. Poder volar un dron por la noche ofrece claras ventajas para estas aplicaciones: las inspecciones termográficas suelen ser mucho más fáciles de realizar por la noche o a primera hora de la mañana, cuando el termógrafo no necesita compensar la carga solar (el calor generado por la luz solar en una superficie) ni el resplandor del sol, y puede detectar claramente problemas como la falta de aislamiento u otros defectos en los tejados.
Las tres unidades de este tejado llevan la misma carga, pero una de ellos está visiblemente más caliente que los demás. Por suerte, el aislamiento del tejado parece estar en buen estado.
La termografía, desde luego, también tiene un valor incalculable para tareas de búsqueda y rescate. Tras el exitoso rescate de Ethan Haus, Fines cree que los drones termográficos serán cada vez más comunes en futuros casos de búsqueda y rescate. En su zona, varios departamentos del Sheriff están comprando drones, incluido el condado de Sherburne. «Se habla de que esta es una herramienta muy útil para un sheriff», dice Fines. Gracias a la ayuda de los drones termográficos, se podrán evitar crisis como estas en el futuro.
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