Resistencia: Motivos por los que las cámaras termográficas de FLIR siguen siendo la primera opción para los bomberos
FLIR cuenta con más de diez años de experiencia en el diseño y la fabricación de cámaras termográficas en las que los bomberos pueden confiar gracias a su durabilidad, con características que pueden soportar condiciones de funcionamiento exigentes.
¿Qué hace que FLIR sea la opción duradera?
FLIR no deja la durabilidad al azar. A continuación se muestran ejemplos de las pruebas realizadas por la serie K de FLIR.
Resistencia a caídas desde 2 metros
Las cámaras termográficas de la serie K de FLIR seguirán funcionando incluso si se caen a un suelo de hormigón desde una altura de dos metros. Con residuos dispersos por todo el suelo e incluso secciones de edificios colapsadas cuando se declara un incendio, no es raro que a los bomberos se les caigan sus cámaras termográficas. La serie K de FLIR se ha probado teniendo en cuenta estas condiciones.
Calificación IP67
Las cámaras termográficas de la serie K de FLIR son lo suficientemente resistentes como para sobrevivir a los entornos más hostiles; las unidades están selladas contra la entrada de polvo y tienen una clasificación IP67, lo que significa que son resistentes al agua, incluso si se sumergen temporalmente.
Resistencia al calor
Las cámaras termográficas de la serie K de FLIR garantizan un funcionamiento continuo incluso a temperaturas de 260 °C (500 °F). Esta alta resistencia al calor garantiza que los bomberos puedan comprobar con precisión las temperaturas en la zona de incendio antes de entrar, evitando las situaciones más peligrosas.
¿La cámara que usa ha sido probada exhaustivamente?
La serie K de FLIR ha sido reconocida por muchos bomberos como equipo especializado para la extinción de incendios.
Presentación en vídeo: La resistencia de la serie K de FLIR