El eclipse lunar visto con tecnología térmica
Austin Richards es científico sénior de investigación en FLIR Systems. Es doctor en Astrofísica por UC Berkeley y está especializado en radiometría de infrarrojos, prueba y medición de sistemas de IR, y modelado y simulaciones.
Durante un breve periodo de tiempo, la Tierra pasó entre el Sol y la Luna, fenómeno que se conoce como eclipse lunar. Durante un eclipse lunar, la Luna tiene un aspecto «sangriento», consecuencia de estar ensombrecida por la Tierra e iluminada únicamente por luz solar roja refractada por nuestra atmósfera. Esto se percibe bien a simple vista, pero la termografía avanzada refleja aún más. La superficie de la Luna, que normalmente calienta el Sol hasta altas temperaturas, irradia calor rápidamente cuando se bloquea la luz solar durante un eclipse, lo que ofrece unas imágenes extraordinarias cuando se generan imágenes de la Luna con una cámara térmica de infrarrojos de largo alcance.
El 20 de enero, el cielo estaba parcialmente nublado en Goleta, California, donde coloqué un telescopio térmico de infrarrojos para generar imágenes del eclipse FLIR RS8303 durante su fase máxima a las at 21:12, hora estándar del Pacífico. El telescopio es una cámara de IR de onda media de alta definición tras una lente de zoom de infrarrojos con una relación de zoom de 10:1. Es una bestialidad que clientes de nivel militar suelen colocar en un montaje con seguimiento cinético. En este caso, utilicé una RS8303 sin la carcasa externa para reducir el peso y el volumen. La RS8303 se diseñó originalmente para realizar el seguimiento de misiles y cohetes, pero tiene otros usos como vigilancia a larga distancia, estudios de animales y astronomía. Ya lo había utilizado para capturar imágenes de IR de onda media del eclipse solar total de agosto de 2017.
Se montó la RS8303 en un trípode extrafuerte orientado al este, hacia la trayectoria lunar. Con el zoo al máximo, el campo de visión abarcaba prácticamente todo el tamaño de la Luna. Como no dispongo de un montaje de seguimiento del ecuador para esta cámara, tuve que realizar el seguimiento de la Luna manualmente entre una nube y otra. Utilicé software FLIR ResearchIR para grabar de forma contina un fotograma por segundo en el disco duro de un portátil.
Cuando finalmente la Luna se dejó ver entre las nubes, el eclipse estaba cerca de su punto máximo. Era una vista magnífica. Aparecían cientos de cráteres como puntos calientes en la superficie, lo que denotaba una absorción más alta de luz solar en la superficie de los cráteres que en las zonas más llanas de los «mares» (planicies basálticas de la superficie lunar). El cráter más caliente y brillante es Tycho, situado en la sección inferior derecha de la imagen que hay más abajo. También se aprecian los grandes cráteres Copernicus y Plato.
Esta imagen térmica de la Luna durante un eclipse lunar está compuesta por dos imágenes unidas verticalmente para mostrar toda la superficie. El blanco es el color más caliente, seguido del rojo y el negro. La paleta de colores se basa en los colores rojo y negro de la «Luna de sangre».
Las mediciones de temperatura anteriores[1] del cráter Tycho realizadas durante el eclipse lunar total del 5 de septiembre de 1960 se deben a dos factores. Uno, las propiedades térmicas del polvo y las rocas del cráter, que se cree que ralentizan la pérdida de calor radiante que se produce durante el eclipse. Y dos, las propiedades ópticas de la superficie del cráter que provocan una absorción más alta de luz solar que las áreas circundantes. Sea cual sea la causa, el resultado es un fenómeno fascinante y un eclipse lunar memorable.
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[1] Eclipse Temperatures of the Lunar Crater TYCHO, Sinton, W. M., THE MOON, (KOPAL, Z. Y MIKHAILOV, Z.K., EDITORES) IAU SYMPOSIUM 14, ACADEMIC, P. 469-471 (1962)