La importancia de la sensibilidad térmica para la precisión de la detección
El peor momento para intentar abrir una brecha en un perímetro es el mediodía, con el sol en lo alto y sin una nube a la vista. Cualquier intruso que se precie esperará a que se haga de noche, a que pase una niebla espesa, al viento, a la lluvia, a la nieve... o a todo lo anterior. Cualquier condición meteorológica adversa que afecte la capacidad del personal de seguridad para ver con claridad y, por lo tanto, detectarlo, es el mejor escenario para ese intruso. De este modo, la tecnología de vigilancia de primera clase debe ofrecer la tasa de detección más alta posible en todas las situaciones imaginables.
La importancia de la sensibilidad térmica
Desde que estuvo disponible para aplicaciones de seguridad, la imagen térmica se ha establecido como la tecnología más fiable para proporcionar imágenes nítidas en condiciones que normalmente cegarían a otras cámaras. Sin embargo, no todos los dispositivos térmicos son iguales.
La sensibilidad térmica, diferencia de temperatura equivalente de Ruido (NETD), describe la diferencia de temperatura mínima que se puede observar al utilizar un dispositivo térmico. De hecho, los valores NETD más bajos se miden utilizando Milli-Kelvin (MK) y permiten que el sensor registre pequeñas diferencias de temperatura. La siguiente escala se puede utilizar para determinar la calidad de un detector térmico:
- <30 mK (excelente)
- <40 mK (óptimo)
- <50 mK (bueno)
- <60 mK (aceptable)
- <80 mK (suficiente)
Los productos de nivel básico suelen tener una baja sensibilidad térmica y, por lo tanto, siguen siendo susceptibles a condiciones como la lluvia, la niebla o la nieve, que disminuyen el contraste de la imagen, provocan una mala visibilidad, dificultan la precisión de la detección y dan lugar a una percepción limitada de la situación Los clientes deben ser conscientes de que algunas cámaras de bajo coste ocultan la escasa sensibilidad tomando NETD a 50 °C en lugar de los 30 °C estándar de la industria.
Además, las tasas de detección son un factor increíblemente importante a tener en cuenta al seleccionar una cámara térmica para los sistemas de detección de intrusiones perimetrales (PIDS). En el caso de las aplicaciones perimetrales exteriores, las posibilidades de que las condiciones meteorológicas varíen están prácticamente garantizadas. Por lo tanto, tener una cámara con una sensibilidad térmica superior marcará la diferencia en el rendimiento de los PIDS. Cuanto mayor sea la sensibilidad que tiene un sensor térmico, mayor será la precisión de la detección.
Siempre listo, siempre funcionando
En la actualidad, Teledyne FLIR ofrece cámaras térmicas, sin parangón en la industria, que establecen el estándar de sensibilidad. Un buen ejemplo es la nueva cámara multiespectral de la serie FH ID. Con un sensor térmico que admite una sensibilidad de <30mK, un generador de imágenes ópticas 4K y un análisis de red neuronal convolucional (CNN) integrado, la serie FH está diseñada para proporcionar una detección y clasificación consistente y precisa de las amenazas humanas y motorizadas en los entornos más difíciles. Al utilizar la serie FH, los operadores de seguridad obtienen una cámara que siempre está en funcionamiento y que reduce los falsos positivos, así como el coste total de propiedad.
Principales conclusiones
Cuando las condiciones cambian en un abrir y cerrar de ojos, una cámara de seguridad tiene que ser capaz de resistir ese cambio. Los dispositivos más fiables y robustos son aquellos que ofrecen imágenes claras y de alta calidad, independientemente de las condiciones meteorológicas adversas o los escenarios de iluminación. A la hora de crear su sistema de seguridad perimetral, asegúrese de que sus cámaras térmicas tengan una sensibilidad térmica superior para mantener a los intrusos fuera y los activos seguros a cualquier hora del día, sin importar las condiciones meteorológicas.