¿Por qué tecnología térmica?... ¿Por qué no?
Las cámaras termográficas proporcionan la solución de supervisión ininterrumpida más efectiva disponible actualmente en el mercado de la videovigilancia. A diferencia de otras soluciones de vídeo, las cámaras térmicas no necesitan ninguna luz para capturar vídeo de calidad y de alto contraste y pueden ver a través de elementos que oscurecen la visión como polvo, niebla ligera, humo o algunos follajes. Así, la integración de cámaras termográficas puede proporcionar a los usuarios finales multitud de ventajas, desde un mejor análisis con menos falsas alarmas hasta una mayor cobertura y un más alto retorno de la inversión.
Al trabajar en proyectos de vigilancia en el exterior, como la protección perimetral de unas instalaciones, es casi seguro que se encontrará con situaciones o áreas específicas en las que habrá muy poca luz disponible, o ninguna. Esto es especialmente cierto cuando se pone el sol y se depende de la iluminación artificial que puede o no estar configurada específicamente para mantener la visibilidad para la videovigilancia. Sin embargo, las cámaras térmicas no dependen en absoluto de la luz reflejada y, en su lugar, crean imágenes a partir del calor mostrando las más mínimas diferencias en la energía térmica como distintas sombras de gris en vídeo en blanco y negro.
De forma parecida al ojo humano, las cámaras visibles normales dependen de la luz reflejada que se loquea con ciertos obstáculos visuales. Las cámaras termográficas no solo ven en la completa oscuridad, sino que también permiten a los usuarios ver claramente a través de elementos que oscurecen la visión que inutilizarían las cámaras visibles como humo, polvo o niebla ligera. Lo mismo es aplicable a problemas de vigilancia con camuflaje natural en la escena. Las cámaras normales pueden confundirse con paisajes en los que colores o patrones análogos ocultan objetos de interés, con lo que aumenta la peligrosa posibilidad de que algo quede sin detectar. Sin embargo, debido al hecho de que la radiación térmica puede penetrar esas barreras visibles, la termografía, de nuevo, apenas varía por su presencia.
El análisis para videovigilancia puede describirse de forma sencilla como el procesamiento de una imagen digital que utiliza algoritmos predeterminados, en un intento de identificar automáticamente objetos o actividades de interés. Lamentablemente, pueden surgir problemas con la fiabilidad del análisis si se utilizan cámaras visibles y hay fluctuación en la iluminación, condiciones de baja luminosidad o fenómenos naturales como viento, precipitaciones o la presencia de insectos, especialmente de noche. La salida de alto contraste de las cámaras termográficas minimiza estos problemas habituales y, con el mismo análisis, proporcionan más fiabilidad, lo que reduce notablemente las falsas alarmas.
Además de las ventajas mencionadas que ofrece la tecnología térmica, esta tecnología ha demostrado ser una gran opción para quienes buscan obtener una cobertura de máxima seguridad a un precio razonable. El rango de generación de imágenes increíblemente efectivo de la tecnología térmica minimiza el número de cámaras y postes de montaje necesario para la mayoría de proyectos y elimina la necesidad de una costosa iluminación suplementaria. El despliegue de análisis de vídeo con tecnología térmica proporciona un sistema de detección de intrusión altamente efectivo, así como una reducción de las falsas alarmas en comparación con las cámaras visibles. El resultado final es una solución de seguridad rentable que funciona ininterrumpidamente y que requiere poca atención por parte del equipo de seguridad o del proveedor de servicios de supervisión remota externo. Pocas cosas como las reparaciones de la iluminación o las respuestas a falsas alarmas dan la impresión de no ser para tanto, pero como dijo Benjamin Franklin: "Cuídate de los gastos pequeños; una pequeña filtración puede hundir un gran barco".